La alocada visita de Yanina Latorre a Mendoza, tras pasar una semana difícil
La conductora de SQP compartió detalles de su viaje al Valle de Uco con amigos y su esposo, Diego Latorre.
Tras atravesar días de gran preocupación familiar, la mediática Yanina Latorre decidió tomarse un merecido descanso y se embarcó en una escapada al Valle de Uco, en Mendoza, junto a su esposo Diego Latorre y un grupo selecto de amigos cercanos. Un viaje que la propia Yanina definió, con su característico humor, como "un viaje de egresados a los 50".
La aventura comenzó en Aeroparque, donde Yanina compartió videos mostrando su entusiasmo y riéndose, comparando el plan con una excursión de fin de curso. Entre risas, bromeó diciendo que eran "Cinco matrimonios en Mendoza" y, con naturalidad, preguntó al personal de pista si ya podía abordar el avión.
El grupo de amigos que acompañó a la pareja incluyó a varias caras conocidas como Marcelo Cassia, Lorena Azpiazu, Paul Starc, Eleonora Zocco, el vicepresidente de River Plate Matías Patanian, Karina Di Mario, Fernando López y Verónica Neme. Durante el trayecto en combi, mientras sonaba de fondo "Acá se canta", Yanina volvió a destacar el espíritu del viaje: "La vida es una sola", expresó.
Una vez instalados en el corazón de la región vitivinícola, los viajeros disfrutaron de un exquisito menú de cinco pasos, perfectamente maridado con catas de vino. Yanina y Diego Latorre también aprovecharon el imponente paisaje mendocino para posar en una fotografía con la majestuosa cordillera de los Andes como telón de fondo.
Esta escapada adquirió un significado especial, ya que se produjo poco después de que Yanina compartiera en el programa LAM los difíciles momentos vividos por la salud de su madre, Dora, de 85 años. Su madre había sido operada para extirparle un tumor maligno en el cuero cabelludo. Yanina había manifestado en televisión, visiblemente conmovida, su angustia: "Estoy deseando que todo esto termine, porque es angustiante ver cuando se llevan a tu mamá".
Así, el viaje a Mendoza se convirtió no solo en un momento de alegría y camaradería con amigos, sino también en un necesario bálsamo y un merecido respiro tras un período de gran tensión personal y familiar.